Masonería sin recetas

En la masonería no se encuentran soluciones ni recetas dadas. Se presenta como un gran caudal de ideas, un lugar para pensar en un puro ejercicio de lucidez e inteligencia.

El diálogo, en los talleres, nos entrena a pensar, a plantear problemas, a luchar, tenazmente, con los prejuicios. Nos invita a abrir todas las puertas y ventanas, a asomarnos a ellas, abiertos los ojos y todos nuestros poros al viento.

Y todo ello para saber estar en el mundo profano, hacer un mundo mejor, sin fanatismos, más libre, más igual y más fraterno.

Así debería ser, pues la vida, si bien es cierto que no siempre premia la inteligencia, siempre, siempre castigará la estupidez

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